viernes, 9 de enero de 2009
DAYDREAM BELIEVER
miércoles, 31 de diciembre de 2008
¡¡¡FELIZ 2009!!!
Ya se nos acaba otro año… Propongo empezar el 2009 con la mejor de las sonrisas y grandes dosis de felicidad. Ahora toca recordar lo ocurrido en el año que se agota, hacer una valoración, nuevos propósitos para el año venidero. En lugar de esto yo hoy he decidido dar las gracias. Ha sido un año de alegrías y tristezas, pero el denominador común a ambas es la gente que ha estado a mi lado. A todos vosotros, pues, quiero daros las gracias por haber compartido conmigo el 2008.
Gracias a mi familia (Cris, a ti en especial), a mi alma gemela y apoyo constante e incondicional (Vicen, my soulmate), a quien me rescató tantas veces del pozo (Bebé), a los amigos de siempre y para siempre (Mary, Pi, Guillin…), a los nuevos que se han hecho un hueco importante (David –de primero, ¿eh? - , Luis L. , Alberto, Fer… ). A todos GRACIAS por cada sonrisa, cada palabra de aliento.
Decía Alfred Tennyson: “Yo soy una parte de todo aquello que he encontrado en mi camino”. Pues yo soy una parte de vosotros como vosotros lo sois de mí. GRACIAS Y FELIZ AÑO.
jueves, 9 de octubre de 2008
Nuestra vida esta por escribir...
domingo, 10 de agosto de 2008
AQUELLAS PEQUEÑAS COSAS
El otro día dije que dejaba en el aire el tema de la vida y la muerte… queda ahí de momento, porque mi blog se está tiñendo de luto ¡¡¡y eso no puede ser!!!
Hoy escuchaba esta canción de Joan Manuel Serrat, y me hizo meditar…
¿Qué son en realidad las pequeñas cosas? Son las que recordamos, las que nos pintan sonrisas, las que nos encienden la mirada, las que nos nublan los ojos, las que nos brindan carcajadas… Son, en fin, esos instantes de felicidad que nos regala la vida y que sobreviven, inmutables, al paso del tiempo. Las que recordamos en todo momento o las que acuden en un segundo reaccionando a un olor sutil, a una mirada casual, a un eco…
Ahora mismo se me vienen a la mente tantas cosas… abrazos, besos, miradas, magias invisibles… Recuerdo la música de mi primer osito de peluche. La primera vez que llevé a mi ahijada a comprar el pan, el orgullo que sentí al pasear con ella por la calle. Los fines de año en que mi hermana me maquillaba mientras mis sobrinitas daban su opinión. Carcajadas en conversaciones con las amigas. Momentos de secretos que siguen hoy a salvo. Ese soplo en el que te llegan las palabras de tu alma gemela y te sientes más comprendida que nunca…
Y llega mi reflexión: esas pequeñas cosas ¿no son realmente las más grandes? Y pongo el ejemplo de la mano que me dio una amiga cuando nadie creía en mí. Ella se quita méritos y dice que no fue nada, pero a mí esa mano me cambió la vida. Así que hoy le doy de nuevo las gracias mientras aprovecho para felicitarla por su cumpleaños (tq bebé).
Es una muestra, en fin, de que lo más pequeño es también lo más grande.